jueves, 6 de agosto de 2009

Desde COMODORO RIVADAVIA

AL P. LEÓNIDAS MIANI Y A LA MISIÓN DEL TAMBO

NUESTRO ABRAZO, NUESTRA GRATITUD Y NUESTRA ORACIÓN

EN OCASIÓN DE SUS 50 AÑOS DE SACERDOCIO

Desde hace muchos años, los pobladores de la Cordillera Chubutense aguardan con afecto la llegada de usted, padre y la de los universitarios. Lo hacen en dos ocasiones: misión larga en el verano y en la Semana Santa desde el Domingo de Ramos ayudándonos a vivir más intensamente los misterios centrales de nuestra fe, la Muerte y Resurrección de Cristo.

Este trabajo responde al espíritu evangelizador de quien durante todo el año invita, prepara y acompaña a los jóvenes en Córdoba. Su insistencia respetuosa espera una respuesta del corazón de estos jóvenes, a veces alrededor de 100. Y así sucede cada año.

Su lugar de misión es amplísimo, como numeroso el grupo. Es de admirar cómo Ud, Padre Miani, encuentra para todos un pueblo, una escuela o un paraje desde donde visitar a los pobladores llevándoles un mensaje de esperanza. Admirable es también sacar tiempo para celebrar la Eucaristía y los bautismos en todos los sitios de misión.

Como Diócesis beneficiaria de su celo pastoral y de su preocupación por los pobladores, a los que también ha acercado alguna ayuda material, queremos dar gracias por todo el bien que el Señor ha realizado a través de su persona y de la de los que le acompañaban. Además ha sido contagioso el clima de alegría y de vida compartida.

¿Qué hubiera sido del Domingo de Ramos y del Triduo Pascual sin esta presencia misionera en esos parajes o pueblos de nuestra Patagonia? Es un gozo unirnos en esta fiesta de sus Bodas de Oro Sacerdotales, querido P. Miani. Sabemos que el “sacerdocio” y la “misión” han sido y siguen siendo sus grandes amores. Ud. misiona y promueve misioneros. Busca los medios para que los misioneros puedan viajar y moverse; ha levantado capillas y otras obras para que los pobladores puedan encontrarse. Su obra permanece en el tiempo y produce constantemente frutos de fe, espiritualidad, solidaridad y compromiso con la misión evangelizadora de Jesús y de la Iglesia.

La Diócesis de Comodoro que es la gran beneficiaria de su entrega y del trabajo con sus misioneros, comparte con todos sus amigos la acción de gracias al Señor por el don del sacerdocio misionero claretiano que nos hace en usted.

Cuente con nuestra oración, admiración, estima y afecto. Que su vida y su apostolado sean semilla de muchas vocaciones sacerdotales y misioneras, y de mayor santidad en la Patagonia y en toda la Iglesia.

¡Misionero Claretiano! ¡Misionero Cordillerano! En una palabra, pregonero de la Buena Noticia en lugares en los que unos años atrás era muy difícil hacerse presente por falta de caminos o caminos muy precarios. Estamos seguros de que su entrega y su obra siguen floreciendo en la Patagonia. Su radio de acción es enorme: desde Bariloche hasta Río Pico con todos los pueblos y parajes intermedios (El Bolsón, El Hoyo, Epuyén, Leleque, Trevelin, Corcovado, Cerro Centinela, Lago Rosario, Sierra Colorada, Carrenleufú, Cholila, El Cajón y

otros rincones tan amados por su corazón de misionero y pastor).

Todos han sido testigos de su afecto y dedicación, de su entrega y de su obra. Además con él se han involucrado no solo los muchachos del TAMBO sino también su familia y sus amigos que han hecho posible la atención, la ayuda, los viajes y las obras. Por eso, ¡gracias P. Miani! Es hermoso ver bajar de la montaña los pies del mensajero de la paz. Unidos todos en el corazón de Jesucristo, nuestro Buen Pastor, lo saludamos con cariño y gratitud.

+ p. o. Virginio D. Bressanelli scj

padre obispo de Comodoro Rivadavia

pbro. Joaquín Gimeno Lahoz

vicario general de Comodoro Rivadavia

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