lunes, 20 de julio de 2009

MARIEN FERREYRA DESDE CARITAS DIOCESANA BARILOCHE

Querido Amigo;
Tengo muchas anécdotas personales con Ud. que recuerdo constantemente porque la huella que dejan los amigos no se borra nunca. Decir por ejemplo que gracias a Ud. conocí el Cerro Centinela en Chubut (cosa que jamás imaginé en la vida), que gracias a Ud. conocí las monjitas mejicanas que en plena nevada van cerro arriba, a pie, para entregar alimentos a las familias que se acercan a la Capilla que el Padre Miani construyó y que como todas las que realizó está dedicada a sus padres; que gracias a Ud. viajé dos veces a diferentes encuentros Claretianos, porque nos prestó la camioneta que devolvíamos, en muy buen estado porque manejaba el "bendito" de Panchi.
Que gracias a Ud. tengo pendiente un viaje a Mendoza, con mi familia, porque sino me mata.Que gracias a Ud. Monseñor Maletti, valora mi trabajo administrativo en el Gimnasio de Santa Clara, porque al decir de él mismo :"te sugirió, el prócer Miani", y que gracias a Ud. disfruto de un mail para la oración, otro para la filosofía y también para el consuelo, tanto como un llamado de dos segundos, el día de mi cumpleaños.
Hay algo que me maravilla de su personalidad, es capaz de comentarme una encíclica y darme la receta de la "pata de vaca a la mostaza" o de regalarme una operación ocular, si fuese necesario y un riquísimo frasco de sus mentadas mermeladas con banana y durazno. TODO EN UN SOLO SER HUMANO, que dificil de encontrar gente así! y eso que dice que su profesión, debería ser la de caminero.
Con todo cariño desde este distante Bariloche, donde dejaron marcas profundas los Claretianos, le mando un saludo muy afectuoso en estas bodas de oro: Marien, que según me bautizó, pasé a ser la Sra. Razinger.


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