lunes, 13 de julio de 2009

Hola Papà/Padre!!! El amor es tan grande que no se puede meter en un comentario. Se dice con el corazón y eso usted lo sabe.

Desde Rubén, allá por los setenta, mi Primera Comunión, los kamarucos, la alegría de mamá Pety cuando le hacía de comer, el ángel que había y hay todavía entre usted y Cielo...

El buen vino, las ensaladas, la minería, el cuchillo de Rubén para sus setenta en aquella inolvidable fiesta de "la pierna del ternero" para sus 70 en Bariloche, su compañía a la distancia cuando enfermó mamá, sus visitas apuradas y la lección del buen vino de tres cuartos igual que la misa, la capillita preciosa en Iglesia San Francisco, su alegría cuando logré volver a confesarme con Panchi (el hombre más bueno del mundo), sus ideas que admiro y trato de copiar todos los días, los amigos que conocí de su mano (Fede, Francisco, Majul...) sus lágrimas cuando recuerda a Cielo y su risa contagiosa y tan llena de vida, sus apretones de cachetes a mi hija (que ya llegó a los veinte).

Su felicidad cada vez que logra inaugurar una de sus preciosas obras en el campo, las misiones, sus amigos jóvenes que le llaman "che cura...",su admiración por el Padre Stablum, su fama de Robin Wood (je... me lo contó Panchi), en fin... sé que conozco poco de usted, pero sé que su obra y su corazón son infinitos e igualmente infinito es mi amor por usted.

Que la Madre que usted ama tanto y su hijo Jesús lo bendigan y que nunca pierda sus ganas de vivir, su manera de "no perder el tiempo", su risa gigante, su "puchero" cuando se emociona, sus palabras de aliento para los que más lo necesitamos.

Felicidades Padre, gracias por todo lo que ha dado y seguirá dando, y gracias a Dios por la bendición de haberlo puesto en mi camino.

Rayito y María del Cielo desde la tierra jacobaccina y Rubén, Cielito y Pety desde sus estrellas.




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