viernes, 17 de julio de 2009

Salud a la Comunidad! Salud Padre Miani!

Querido Padre Miani!

la pucha che, 50 años? y yo que pensaba que los dos años que compartí con usted en el Tambo habían sido únicos!! ja,ja!!!

Luego de leer algunas de las semblanzas "posteadas", me di cuenta que no se si le gusta el fútbol o no, cual es su comida preferida, o sus posiciones eclesiásticas, etc. Es decir, que sólo puedo hablar de usted, a través de la huella que dejó en mí....

Hay veces que las grandes frases, aquellas que dejaron de pertenecer a sus autores y ya son patrimonio de la humanidad, no quedan vacías y pequeñitas, sino que adoptan su real significado y dimensión y nos ayudan a entender lo que nos querían decir. Se me viene a la mente en este momento aquello de que "Están los que luchan un día, y son buenos. Están los que luchan un año, y son mejores. Pero están los que luchan toda su vida, esos son los imprescindibles". Pensando en usted, entiendo a Tagore.

Hace poquito me reencontré cybernéticamente con un amigo en común, el Ale Staricco y el me escribió "que es de la vida del misionero ateo?"... y es así, como será de rica su experiencia pastoral, Padre, que hasta le dio cabida en sus misiones a aquellos que, sin haber encontrado lo que buscaban, seguían en su búsqueda espiritual...

Para mí, la experiencia en el Tambo (y principalmente en el Barrio Ceferino, en Esquel, junto a mi querido Grupo 5 y el resto de la comunidad) ha sido una de las más lindas de mi vida. Definitivamente, una de las que más me hizo crecer como persona, como amigo, como socio, como integrante de un proyecto, como alma solidaria, como servidor, etc. Muchas de las anécdotas de aquellos días forman parte de mi diálogo diario con amigos y colegas, de mis razonamientos y justificaciones de la lucha por una mayor justicia social, etc.

El haber pasado por El tambo es una de las cosas de las que más orgulloso me siento de haber hecho!

Y todo ello sólo es posible gracias a su gran corazón, a su paciencia, a su mirada "pacíficamente inquisidora", a su pasión, a su fuerza arrolladora, a sus convicciones, a su risa que aún escucho desde acá....

 

Caramba.... ahora que releo lo escrito al principio "...puedo hablar de usted, sólo a través de la huella que dejó en mi..."... no es esa la definición de un misionero "pulenta, pulenta"?

Un brindis por sus primeros 50 años de servicio, desde Estados Unidos, donde su huella vive en mi!

Pablo Blank

pabloblank@gmail.com

 

PD: Gracias Guille G. y Paula B.  por haberme invitado al Tambo, allá por Abril o Mayo de 1991 (creo!) y permitirme conocer al Padre Miani y su comunidad... estoy en deuda con ustedes!!!!

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