Quiero dedicar estas palabras a mi querido cura Miani:
Se que es demasiado lo que quisiera decir, contar y compartir de estos años en que llegue por primera vez al tambo.Cada vez que intento escribir sobre usted me invade la emocion y me siento como cuando llegabamos de una mision y teniamos que contar luego de cada misa lo vivido , a veces faltan las palabras. Cada envió misionero, cada lugar, cada persona que conocí fueron marcando mi vida en ese momento y hasta el presente. Porque como muchas veces decíamos el ser misionero no es una moda o algo pasajero sino que es una forma de mirar y vivir la vida.
En el paso por el tambo pude ir puliendo mi fe y conocí a un dios más cercano, mas intimo.
Tres cosas quisieran compartirle, como decía ud. en las homilías.
Tres de los tantos regalos que me ayudo a vivir.
El primero es sobre los retiros de silencio.
Mi primer retiro fue en villa eucarística que también de cierta forma determinaría una misión.
La de formar parte del equipo que fue variando con los retiros pero se mantuvo siempre el mismo espíritu. Quiero recordar a Fabián y su rica sopa de zapallo, al Santi que era nuestro chofer, a Silvana, Juliana y María con su desinteresado servicio de amor, a la Mavi que siempre animo con su voz las oraciones, la Sole (mi amiga del alma), la Fabi y los otros muchachos: Cesar y el Richi.
Con cada uno de ellos guardo un cariño y una amistad grande.Cuantas cosas compartimos en las cocinas durante los dias que duraban, escucharlo leer "el peregrino ruso durante el almuerzo", o sus "Buen dia , Buen dia!!! para levantarnos a nosotros y la musica para los chicos". En esos momentos pudimos conocer no solamente al padre Miani cura sino al hombre diario. La libertad que usted nos dejo para elegir y hacer lo que consideramos necesario nos hizo crecer y a la vez encontrarnos a nosotros mismos en el servicio y el silencio.
El segundo recuerdo y agradecimiento que tengo fue que en la semana santa este año abril 2009 al finalizar el vía crucis que se celebra entre Lago Rosario y Sierra Colorada, ud me llamo para contarme que todo había salido bien y que las familias se acordaban de nosotros con mucho agradecimiento. Para mi fue un momento mágico en el cual me ví caminando nuevamente por ese lugar que tantas veces transite, feliz por haber concluido un año mas nuestra querida semana santa y por eso muchas lagrimas de felicidad derrame ese día despues de su llamada.
Lo ultimo que Quiero traer a su memoria padre, es el recuerdo de don Soto. El viejito de sierra colorada que vivía solo y estaba postrado en su cama. Se acuerda del lugar donde vivía?maravilloso!! al frente de su casita de veia el pico de la montaña.
Recuerdo que la primera vez que le dijimos si podía ir a verlo para llevar la comunión usted nos ofreció ir en la chata y traerlo a la misa.
Cuando llegamos le contamos a don Soto, lo que usted nos había dicho y se puso tan contento que el día de la misa nos esperaba con sus mejores ropas sentado en la cama al lado de su estufita.
Si hay una imagen de la vida que quisiera recordar y agradecer a la vida seria esa. Quizá esta simpleza le permitió ser una persona tan llena de dios. Ese día fue muy especial en la Catedral de la sierra colorada(como usted le decia) porque todos estaban felices de ver a don Soto ya que hacia como tres o cuatro años que no podía bajar a una misa. El estaba tan feliz que cuando termino la celebración canto una canción a la virgen que a usted le hizo recordar las canciones de su niñez padre.
Frente a la computadora tengo una foto que nos sacamos con él y siempre que vuelvo a mirarla vuelvo hasta su casa, a ese momento en que volvimos para despedirnos siempre tengo el mismo sentimiento de plenitud y alegría.
Usted fue parte y el artífice de este momento, es por ello que agradezco tanto su vida.
Gracia padre, por una vida llena de generosidad y compromiso. Lo quiero mucho.
Ale Gonzalez.
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