miércoles, 8 de julio de 2009

Felicidades!

De entre todos los dones que Dios ha concedido al P. Miani, quiero destacar algunos que pude descubrir durante el exquisito tiempo que compartimos en el Sur. Uno de ellos es el gran espíritu misionero y la audacia para emprender iniciativas y obras. Sería injusto no reconocerle el gran tesón que puso y sigue poniendo por llevar la Palabra de Dios a los rincones más olvidados de la Patagonia. Sobran muestras de ello; para muestra quiero adjuntar la foto de la última capilla que ayudó a construir junto con el Hno. Fuchinecco, en Barril Niyeu (un paraje muy alejado y olvidado de la Línea Sur rionegrina).

Otra característica del P. Miani que quiero compartir con todos ustedes, es su inmensa generosidad y la capacidad para crear el “clima de familia”. En este sentido recuerdo nuestras llegadas tardías a Ñireco, en Bariloche, a veces con hambre y frío. Allí estaba Miani, con la comida lista, la mesa abierta y dispuesta, la sonrisa amplia…También relacionado con lo anterior, traigo a la memoria las conversaciones francas, lisas y llanas, donde también pude descubrir a un hombre de una profunda sensibilidad y preocupación por los demás.

Me uno junto con todos a este festejo y desde aquí le envío un fuerte abrazo a este cura apasionado, entregado y “alterado” por la misión claretiana. Con un hondo y sincero aprecio, Fernando.

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